viernes, 3 de diciembre de 2010

LA PROTEINA VERDE FLUORESCENTE ILUMINA LA BIOCIENCIA

"La proteína verde fluorescente (o GFP, por sus siglas en inglés, Green Fluorescent Protein) es una
proteína producida por la medusa Aequorea victoria que emite bioluminiscencia en la zona verde
del espectro visible. El gen que codifica esta proteína ha sido clonado y se utiliza habitualmente en biología molecular como marcador. Los descubrimientos relacionados a la GFP merecieron el Premio Nobel de Química 2008, en conjunto a los tres investigadores, Dres Shimomura, Chalfie y Tsien que participaron escalonadamente en dilucidar la estructura y función de la proteína. El Dr. Shimomura descubrió y estudió las propiedades de GFP, el Dr. Chalfie usando técnicas de biología molecular logró introducir el gen que codificaba para la GFP en el ADN del gusano transparente C. elegans, e inició la era de GFP como marcador de procesos en células y organismos. Finalmente el Dr. Tsien modificó la estructura de la proteína para producir moléculas que emiten luz a distintas longitudes de onda, extendiendo la paleta de colores de las proteínas. Las proteínas fluorescentes, entre las cuales se encuentra la GFP, son muy versátiles y se utilizan en diversos campos como la microbiología, ingeniería genética, fisiología, e ingeniería ambiental. Permiten ver procesos previamente invisibles, como el desarrollo de neuronas, cómo se diseminan las células cancerosas, o la contaminación de agua con arsénico, por mencionar algunos usos. Con la obtención de proteínas de muchos colores complejas redes biológicas pueden ser marcadas diferencialmente, lo que permite visualizar la biología celular en acción."
MARIA INES PEREZ MILLAN, DAMASIA BECU-VILLALOBOS







"Nos hemos acostumbrado al papel de la tecnología en la configuración de valores estéticos humanos, como demuestran la cirugía plástica o el medio televisivo, pero la ingeniería genética abre las puertas al nuevo concepto de arte transgénico, que opera bajo nuestra piel y presenta posibilidades insospechadas. Sin embargo, aparte de las creaciones que nos ofrecerá el arte biológico mediante la implantación de genes artificiales en el genoma de una especia determinada, lo realmente importante será la relación entre el artista, la obra y el destinatario del nuevo ser. GFP K-9 es un buen ejemplo de arte transgénico: un perro totalmente normal, salvo que su pelo es de color verde fluorescente, gracias a la proteína prestada por una medusa. Por muy innovador que parezca el arte transgénico, no hay que olvidar que el hombre ha intervenido en la aparición de nuevas razas de perros, y seguramente en la creación del perro como animal doméstico, desde tiempos inmemoriales. Otro ejemplo de creación de especies nuevas lo constituyen los organismos híbridos, ya sean plantas o animales, con una finalidad práctica o simplemente decorativa. También están las quimeras, que han formado parte del imaginario colectivo
desde hace miles de años y ahora han saltado a la realidad gracias a la biotecnología.
Además, la ingeniería genética permite diseñar el genoma artificialmente, sin necesidad de partir del material genético de una especie determinada. Estas creaciones siempre deben realizarse desde una perspectiva ética y responsable, alejada de los criterios económicos imperantes, dadas las profundas repercusiones sociales que pueden derivarse. En cualquier caso, la transgénesis será parte integral de nuestra vida con aplicaciones alimentarias, estéticas o médicas- e incluso cuestionará el concepto de especie y de lo humano." 
Eduardo Kac








Inserting GFP into Bacteria

GFP - Green Fluorescent Protein

Aquapict Jellyfish from Japan - totally looks real!